El
Parque Nacional Jaragua
Ocupa
la porción Sur del procurrente de Barahona, en el límite suroeste de la
República Dominicana con Haití (Provincia Pedernales). Incluye en sus límites a las islas de Beata y Alto
Velo, así como a los cayos denominados Los Frailes y Piedra Negra. Con 1,536 km2
de extensión, es una de las áreas protegidas más importantes del Caribe
insular. Desde 2002, es una de las zonas núcleo
de la Reserva de la
Biosfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo. También, es una de las Áreas
Importantes para la Conservación de Aves (AICA)
de la Republica Dominicana.
El Parque Jaragua
representa de manera única e incomparable la naturaleza prístina de las
Antillas, particularmente de los ecosistemas áridos y costero-marinos. Contiene
numerosos ecosistemas, desde distintos tipos de
bosques naturales hasta
playas, costas rocosas, humedales, pastos marinos y arrecifes de coral.
Es una
muestra singular de ecosistemas pertenecientes a importantes provincias
biogeográficas de La Española y las Antillas, que han servido como centros de
especiación para el resto del Caribe. Esto
hace que su flora y su fauna sean únicas, encontrándose altos niveles de endemismo
(o sea, especies que solo existen ahí).
El Parque representa la única
porción bajo protección de zonas bajas, costeras y marinas de la "Paleoisla del
Sur", una de las dos islas que que se unieron para conformar la actual isla
de La Española. Debido a que estas paleoislas
actuaron como centros de colonización y especiación
independientes, en Jaragua convergen diversas especies cercanamente
emparentadas, pero distintas, como: las iguanas de Ricord y Rinoceronte y las
jicoteas Trachemys stejnegeri vicina y Trachemys decorata, entre
muchas otras.
Creación
El Parque Jaragua
fue fue
establecido el 11 de Agosto de 1983 mediante el Decreto Presidencial (no.
1315), pero su definición actual corresponde a la definida por Ley Sectorial de
Áreas Protegidas (no. 202 de 2004), que fue confirmada por el decreto
presidencial no. 517 de 2009.
Actualmente tiene una
extensión total de 1,536
km², de los cuales su
zona costero-marina abarca unos 900 km².
Los estudios técnicos que
sirvieron de base para proponer el establecimiento del Parque Nacional Jaragua
se hicieron en 1981-1982, por la Subsecretaría de Recursos Naturales de la
Secretaría de Estado de Agricultura, con la cooperación del Servicio Alemán de
Cooperación Social – Técnica (DED). Actualmente el Parque está administrado por
el Viceministerio de Áreas Protegidas y Biodiversidad, del Ministerio de Medio
Ambiente y Recursos Naturales de la RD.
Terreno
El terreno
del parque está formado por terrazas calizas de origen marino que parecen
escalones de gigantes, y llanos costeros. Mucha de la roca
caliza de su terreno esta erosionada formando lo que se
conoce como "diente de perro", que es difícil de caminar. Esta natural fisiografía y aridez, le ha conferido una protección
natural histórica ante la mayor parte de actividades humanas, permitiendo que
muchas especies únicas sobrevivieran hasta hoy. Esta protección ha sido reforzada después de ser declarado
como Parque Nacional.
Vegetación
Doce tipos de
asociaciones vegetales terrestres han sido descritas para el Parque.
A grandes rasgos, se destaca una gran
cantidad de plantas adaptadas a la alta radiación solar y escasa precipitación.
Hay muchas especies únicas de Jaragua, destacándose la canelilla de Jaragua (Pimenta haitensis, planta
aromática y medicinal de distribución casi restringida al Parque), el guanito de
Cabo Rojo (Coccothrinax ekmanii), la palma cacheo de Oviedo (Pseudophoenix
ekmanii) y el melón espinoso de Pedernales (Melocactus intortus var.
pedernalensis)
Entre sus
ecosistemas marinos se encuentran las zonas más extensas y mejor conservadas de
praderas de hierbas marinas de la región, las cuales sirven a su vez de soporte
a especies animales amenazadas y/o de valor pesquero, como el lambí (Strombus
gigas) y la langosta espinosa (Panulirus argus).
Fauna
Incluye numerosas especies de alto valor económico, de valor pesquero, así como
especies en peligro crítico (según la Lista
Roja de la UICN).
En cuanto a reptiles, Jaragua posee una fauna muy diversa;
entre los representantes más llamativos están las dos especies endémicas de iguanas de las rocas: la iguana rinoceronte (Cyclura
cornuta) y la altamente amenazada iguana de Ricord (Cyclura ricordi),
endémica de la zona. Es el Parque además el único sitio de
La Española donde se encuentran presentes todas las especies de algunos géneros
de reptiles (de ranos Ameiva, y de culebras Uromacer, entre
otros). Se encuentran también especies endémicas con distribución geográfica
muy restringida (Anolis altavelensis, Sphaerodactylus ariasae).
En las playas del parque salen a desovar tortugas marinas,
principalmente el carey (Eretmochelys imbricata) y el tinglar (Dermochelys
coriacea). Los careyes juveniles también se encuentran en altas
densidades
en las zonas de arrecife coral del parque, así como los de tortuga verde (Chelonia
mydas). El Parque es además hábitat importante para la
jicotea o tortuga sureña de La Española (Trachemys decorata), endémica
y críticamente amenazada.
Además, Jaragua
es hábitat de numerosas
especies de aves nativas, endémicas, y migratorias.
Se han reportado unas 130 especies de aves para el Parque Jaragua, de las cuales 76 son residentes
nativas, 10 endémicas y 47
migratorias.
En el Parque
también se encuentran las mayores poblaciones de la isla de paloma coronita (Patagioenas
leucocephala), y posiblemente de todo el Caribe insular, las cuales anidan
allí en enormes bancos. Asimismo, posee las poblaciones más importantes de la
paloma ceniza (Columba inornata), especie antillana amenazada. En sus
islas y cayos adyacentes anida la colonia de la gaviota oscura (Sterna
fuscata) mas grande históricamente conocida de la región del Caribe.
El Parque actúa
como reserva a importantes poblaciones relicto de dos especies endémicas y
amenazadas de mamíferos: el solenodonte (Solenodon paradoxus), y la jutía
(Plagiodontia aedium), así como de 11 especies de
murciélagos. El manatí
antillano (Trichechus manatus manatus), en peligro de extinción, habita y
se alimenta en los extensos pastos marinos del Parque.
Los delfines pico de botella (Tursiops truncatus) son frecuentemente
avistados cerca de la isla Alto Velo.
La
fauna de invertebrados está todavía relativamente poco estudiada, pero
recientemente se han descrito especies nuevas para la ciencia en numerosos taxa.
Arqueología
El Parque Nacional Jaragua es rico en yacimientos arqueológicos
de la época pre-hispánica. El más antiguo de estos sitios conocidos data del
2,590 A.C. y corresponde a asentamientos indígenas avanzados. La máxima
expresión de esta cultura indígena se encuentra en los Taínos, habitantes de
característica agroforestal, dominantes a la llegada de Cristóbal Colón.
Los taínos establecieron cierta división territorial,
dividida en cacicazgos, como el cacicazgo de Xaraguá en la región suroeste,
origen de la denominación de Jaragua dada al área protegida. Dentro del parque
existe un número de cavernas como El Guanal, la Cueva La Poza y la Cueva Mongó,
que contienen en su interior pictografías, petroglifos y artefactos de esta época.
Laguna de Oviedo
Se encuentra en el límite noreste
del Parque Nacional Jaragua. Mide 28 km2 de superficie. En sus
aguas altamente salinas confluyen varias fuentes de agua dulce, encontrándose
asociadas a ella extensos manglares y numerosas aves acuáticas. Entre sus peces se
encuentran especies hasta ahora sólo conocidas de esta laguna, como lo es el Cyprinodon
nicholsi, el mayor de todas las especies conocidas de este interesante
grupo de peces. Entre las aves acuáticas,
se destacan sus colonias de flamencos (Phaenicopterus ruber)
y cucharetas (Ajaia ajaia). Otras aves comunes son la garza real, la garza azul, y numerosas gaviotas
y playeros. Muchas de estas aves anidan en los cayos de la
laguna o en otras zonas del parque Jaragua.
También la paloma coronita a menudo establece sus bancos de anidación en
manglares y caños aledaños a la laguna.
Bahía de las Aguilas
Bahía de las Aguilas es una
playa de unos 4 km de longitud ubicada en la costa oeste del Parque. Es
sin lugar a dudas una de las playas más hermosas del país, sino del mundo. Está
formada por finas arenas blancas provenientes de los hermosos arrecifes de coral
que se encuentran cerca de la costa. Esta playa anida la tortuga tinglar (Dermochelys
coriacea) y carey (Eretmochelys imbricata). Tambien, en la zona
arenosa que esta en la base del farallón rocoso mas cercano a la playa, anidan
en grandes concentraciones las iguanas rinoceronte (Cyclura cornuta) de
toda la zona.
En años recientes el desarrollo
turístico de Bahía ha sido una gran fuente de debate en la sociedad dominicana,
ocupando amplios espacios en los medios de comunicación. Debido a la proximidad
de los arrecifes a la costa, cualquier contaminación terrestre cercana podría
degradarlos rápidamente. Por esto, el Grupo Jaragua piensa que el modelo
de desarrollo compatible con Bahía debe ser sumamente respetuoso del medio
ambiente. Ver: Cinco
argumentos para el desarrollo sostenible de Bahia
Islas
El Parque Jaragua posee dentro
de sus límites dos islas (Beata y Alto Velo) así como un cayo formado por un
arrecife emergente conocido como Los Frailes.
Isla Beata
La isla
Beata tiene aproximadamente unos 47 km2 de superficie. Se
encuentra a unos 6 km del sur del procurrente de Barahona. Fue
bautizada por Cristóbal Colón. Su suelo es roca caliza, y la
vegetación predominante es el bosque seco subtropical, aunque
también hay vegetación de playa, humedales salobres y manglares a lo
largo de su costa.
A
principios del siglo XVII los colonizadores habían establecido fincas
ganaderas que fueron posteriormente abandonadas.
En la
actualidad, ratas, perros, gatos y cerdos cimarrones deambulan por
la isla. Entre los daños que provocan se encuentra el
saqueo de nidos de iguanas así como la depredación de iguanas
jóvenes, se comen la vegetación y son una amenaza genera a toda la
fauna nativa de la isla.
En 1959 se
estableció una colonia que funcionaba como cárcel, pero fue
abandonada 3 años después y los edificios ahora se encuentran en
ruinas. El único asentamiento permanente lo constituye un
grupo de edificios pertenecientes a la Marina de Guerra de la RD.
En toda
Beata es común ver la iguana rinoceronte (Cyclura cornuta),
especialmente en la playa de pescadores durante la época de
anidamiento.
La isla Beata tiene una herpetofauna sumamente interesante, incluyendo una importante población de la
iguana Cyclura cornuta, y la especie de reptil más pequeño del mundo, la
salamanquejita de Beata (Sphaerodactylus ariasae).
Isla Alto Velo
La isla
Alto velo consiste en un promontorio de piedra que emerge desde el
mar. La isla mide aproximadamente un kilómetro cuadrado, y su altura
máxima es de 169m. Mañón-Arredondo (1970) dice que el nombre de la isla se debe a su
majestuosa silueta que se observa a grandes distancias desde el mar,
dando la apariencia de un buque con sus velas desplegadas.
Se dice que la alta
silueta de la isla habría guiado a Cristóbal Colón hasta sus playas a finales de
agosto de 1492, cuando la descubrió y le dio el nombre de Alta Vela. Ese mismo
día, Colón había descubierto la foca del Caribe (Monachus
tropicalis) y Alto Velo era la única localidad de La Española en
que la especie había sido observada. La especie fue perseguida
a lo largo de cuatro siglos, especialmente en los siglos XVII y XVIII
por su aceite, carne y piel, hasta que desaparecieron.
La isla
Alto Velo fue muy famosa en el pasado por la explotación de guano (excremento de
los murciélagos), utilizado como
fertilizante por su alto contenido en nitrógeno y fósforo. Como parte
de la historia de la isla, en 1840 existía allí un campamento
pesquero haitiano, cuyos pescadores al parecer introdujeron chivos y perros
a la isla.
En la isla
existe un faro de concreto de unos 20 metros de altura, actualmente
en desuso y en en ruinas. Hasta
fines de los 1980s, la isla estuvo habitada por un solo marino,
encargado de la operación del faro localizado en el punto más alto
de la isla. Esta persona fue al parecer quien introdujo los
gatos a la isla.
Tanto Alto Velo como Los Frailes son de especial importancia para la anidación
de aves marinas, particularmente la gaviota oscura (Sterna fuscata), la cual
tiene en Alto Velo su colonia de anidamiento más grande del Caribe. En
1950 se estimaron 600,000 mil huevos de la gaviota oscura, sin embargo, para 1979 sólo se contabilizaron 20-25 mil
aves, y se reportó que los pescadores y marinos (de la Marina de
Guerra de la RD) recogían los huevos. (Ottenwalder 1979).
La isla de
Alto Velo tiene una especie endémica, el lagarto Anolis
altavelensis.
Históricamente, Alto Velo era el único sitio de anidamiento en masa
de tortugas marinas de La Española, y probablemente de las Antillas
Mayores. Hay reportes de colecta de huevos por los
colonizadores.
Comunidades Aledañas
Existen varios asentamientos
humanos tanto dentro como fuera de los límites del Parque. Los principales
pueblos están ubicados cerca de la carretera, siendo los mayores Oviedo (2556
habitantes en 2002) y Pedernales (13114 habitantes 2002). Otros poblados menores próximos al Parque son Juancho, La Colonia (Nueva Esperanza), El Cajuil, Tres Charcos
y Manuel Goya. Dentro del Parque, existen varios campamentos pesqueros,
donde la mayoría de los pescadores residen temporalmente. Los principales
son: Trudillé, Piticabo, Isla Beata y Lanza Zó.
Pesca
La pesca se lleva a cabo en la
zona del Parque Jaragua desde hace más de 50 años desde una serie de campamentos
ubicados en distintas playas a lo largo de su costa. Los principales
campamentos son Trudillé, Piticabo, Lanza Zó e Isla Beata (ver mapa). Los
pescadores allí trabajan de manera artesanal, desde yolas con motores fueraborda
y generalmente mantiéndose cerca de la costa. Sin embargo, esta actividad es una
de las principales actividades económicas de toda la provincia Pedernales. De
hecho, la zona de Jaragua sustenta a la mayor pesquería de langosta (Panulirus
argus) del país, y a una de las mayores de lambí o caracol (Strombus
gigas).
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